Perforaciones Timpánicas en Niños: ¿Cuándo Proponer el Cierre Quirúrgico?

Introducción

Las perforaciones timpánicas son un motivo frecuente de consulta en otorrinolaringología pediátrica. Se producen principalmente debido a otitis aguda, perforaciones residuales tras la colocación de tubos de ventilación o traumatismos. Aunque algunas pueden cerrarse espontáneamente, su persistencia puede generar complicaciones como pérdida auditiva, otorrea crónica, contraindicación para la natación y riesgo de colesteatoma. La miringoplastia, una intervención quirúrgica que busca restaurar la integridad del tímpano y mejorar la audición, es el tratamiento de elección. Sin embargo, el papel de la edad en el éxito de esta cirugía sigue siendo un tema de debate.

Metodología

El estudio analizó retrospectivamente 318 intervenciones de miringoplastia realizadas entre 2010 y 2019 en 241 niños de entre 3 y 17 años. Se evaluaron factores como la edad, el tamaño y la localización de la perforación, el estado del oído contralateral, la técnica quirúrgica utilizada y los resultados anatómicos y audiométricos postoperatorios.

Resultados Principales

  • Tasa de cierre timpánico: 87,7 %
  • Tasa de recurrencia de la perforación: 18,6 %
  • Tasa de reintervención: 16,7 %
  • Mejora auditiva promedio: reducción de la brecha aéreo-ósea de 21 dB a 12 dB (p < 0,0001)

Factores Pronósticos

A diferencia de otros estudios que sugieren una edad mínima para la miringoplastia, los resultados no mostraron un impacto significativo de la edad en el éxito anatómico y funcional. Sin embargo, varios factores influyen en los resultados:

  1. Localización de la perforación:
    • Las perforaciones en la zona media ofrecen mejores resultados audiométricos.
    • Las perforaciones marginales sobre el mango del martillo presentan un mayor riesgo de reintervención.
  2. Estado inflamatorio intraoperatorio del oído medio:
    • La inflamación activa es un factor pronóstico negativo para la recuperación auditiva.
  3. Técnica quirúrgica:
    • La técnica del «butterfly» (uso de un injerto cartilaginoso interpuesto) mostró las mejores tasas de cierre (96,7 %) y mayor mejora auditiva.
    • La técnica del injerto de grasa presentó los peores resultados, con una alta tasa de recurrencia.
  4. Etiología de la perforación:
    • Las perforaciones postotíticas tienen un mayor riesgo de reintervención (28,1 %).
    • Las perforaciones traumáticas y las perforaciones posteriores a la colocación de tubos de ventilación tienen un mejor pronóstico.

Discusión y Conclusión

Este estudio confirma la eficacia de la miringoplastia en niños, independientemente de la edad. La ausencia de correlación entre la edad y el éxito quirúrgico sugiere que la miringoplastia puede indicarse a cualquier edad, siempre que el oído sea cuidadosamente seleccionado (sin inflamación activa y con un estado satisfactorio del oído contralateral).

Por lo tanto, en lugar de esperar una edad mínima arbitraria, la decisión quirúrgica debe basarse en criterios anatómicos y funcionales precisos. La selección de la técnica quirúrgica adecuada sigue siendo un factor clave para el éxito de la miringoplastia.

Este estudio abre el camino para un enfoque más temprano y específico en el tratamiento de las perforaciones timpánicas en niños, evitando complicaciones a largo plazo y mejorando su calidad de vida auditiva.

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